"Cuando uno comienza a observarse desde el punto de vista de que no es uno, sino muchos, comienza realmente a trabajar sobre todo eso que carga dentro"
En el post anterior hablábamos del yo psicológico, ese conjunto de EGOS (también llamados defectos, agregados psíquicos, pecados, etc), con el que todos cargamos y que es el causante de todos nuestros problemas. ¿Cómo deshacerse del ego? El primer paso es IDENTIFICARLO. Debemos observarnos, en nuestro día a día: en el trabajo, en casa, etc. para ver cuando se presentan estos defectos. Fijarse bien en lo que le pasa a uno por la mente y cómo reacciona el cuerpo, a veces nos dan ganas de gritar, otras veces nos sale la burla, un gesto brusco, una mirada inapropiada... Todas esas acciones vienen generadas por nuestros diferentes egos, que buscarán llevarlas a cabo de cualquier manera para "quedarse a gusto" y luego siempre contarán con una justificación para las mismas. El típico: "Yo te grité porque tú me gritaste antes", por ejemplo. ¿Qué pasaría si uno de los 2 reconoce su ego y no lo deja actuar? Que ya no habrá conflicto. ¿Y si los 2 lo reconociesen? Eso sería estupendo, ¿verdad?
El trabajo de la eliminación de los defectos psicológicos es personal, debemos empezar por nosotros mismos y no achacar nuestros problemas y reacciones a los demás. Y para ello debemos estar alerta en nuestras acciones cotidianas, estudiarnos, autoobservarnos como si observáramos a otra persona, incluso observar nuestros pensamientos más recurrentes, porque ahí se descubren muchos egos.
Si comenzamos en esta labor nos daremos cuenta de la cantidad de "personajes" que actúan en nosotros, son todos aquellos que nos mueven, que nos remiten al pasado, al futuro y al conflicto, y nos quitan la atención sobre el presente.
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