Según el biólogo y monje budista Matthieu Ricard, la felicidad no es una sucesión interminable de placeres que terminan por agotamiento, sino una forma de ser. Y si es así, ¿no deberían nuestros hijos aprender en el colegio a ser felices? ¿No es acaso lo que desea cualquier madre o padre de hoy en día? Para permitir aflorar la compasión y una actitud comprensiva, la ciencia está descubriendo los beneficios de la meditación. Aprender a meditar puede ayudarnos a convivir con una mente más clara y más hábil a la hora de lidiar con las emociones negativas y fomentar las emociones positivas.
Es una técnica que algunos pedagogos usan, pero está poco difundida, deberían utilizarla en todos los niveles educativos...habría menos agresividad, más paciencia, etc, contribuiríamos por un mundo mejor! hay talleres de Meditación para niños, sería una idea genial.
ResponderEliminarEn terapias para personas con esquizofrenia o bipolaridad es recomendable la meditación.
En San Sebastián tenemos pensado organizar algún taller sobre meditación si hay gente interesada en participar, sería gratuíto.
ResponderEliminarInteresante aportación, gracias!