sábado, 20 de octubre de 2012

El Estrés y la Prisa

estrés.(Del ingl. stress).
1. m. Med. Tensión provocada por situaciones agobiantes que originan reacciones psicosomáticas o trastornos psicológicos a veces graves.

prisa.

(De priesa).

1. f. Prontitud y rapidez con que sucede o se ejecuta algo.
2. f. Necesidad o deseo de ejecutar algo con urgencia.
3. f. Rebato, escaramuza o pelea muy encendida y confusa.
4. f. Gran concurrencia de gente en un sitio para obtener algo.
5. f. Entre sastres y otros oficiales, acumulación de mucho trabajo.
6. f. ant. Aprieto, conflicto, consternación, ahogo.
7. f. ant. Muchedumbre, tropel.
andar alguien de ~.
1. loc. verb. U. para referirse a quien parece que le falta tiempo para cumplir con las ocupaciones y negocios que tiene a su cargo.


Estos dos términos en la actualidad son como el pan de cada día para la mayoría de las personas y generalmente van de la mano: no hay estrés sin prisa, ni prisa sin estrés.


“Lo quiero para ayer”. Esta es una de las afirmaciones más escuchadas por los profesionales que en muchas ocasiones están inmersos en una carrera de velocidad que parece no tener dirección ni final. En muchas personas también esta frase se ha extendido a su vida personal, vamos corriendo de un lado a otro y cualquier idea que nos surja de algo que queramos conseguir tiene que ser inmediatamente y si no resulta así entonces llega la frustración. Está comprobado que caminar demasiado rápido afecta la salud paulatinamente, así como la capacidad de disfrutar, de innovar y en definitiva, de aportar un valor agregado para la empresa en la que se desempeña.


Por más que se insista en que la prisa no aporta nada positivo, en el ámbito laboral muchos líderes siguen creyendo, equivocadamente, que introduciéndola en su estrategia empresarial obtendrán mejores resultados en menos tiempo. Sin embargo, al perseguir frenéticamente la cantidad, marginando por completo la calidad, terminan perdiendo ambas. Lo mismo ocurre en nuestra vida personal, la calidad de los eventos y de los momentos del día a día no es la misma si los vivimos con prisa, mecánicamente.


Un ritmo de vida y trabajo demasiado apresurado trae consecuencias psicológicas como la ansiedad, angustia, trastornos de sueño, pérdida o aumento del apetito, fatiga mental, pérdida del apetito sexual y depresión. También efectos físicos como cefaleas, complicaciones gástricas, obesidad, reumatismo, hipertensión, riesgo de diabetes y problemas renales. Social y ambientalmente afecta al individuo: trae problemas de comunicación, aislamiento, disminución de la empatía, intolerancia o irritabilidad.
Es necesario el trabajar internamente para eliminar estos desagradables aspectos de nuestra vida, por nuestra salud física y mental. Vivir sin prisas es cerrar la puerta al estrés y abrir una puerta a la paz, al disfrute pleno de los pequeños-grandes momentos de nuestro diario vivir. Más adelante hablaremos de cómo erradicar estos conceptos, para aquellas personas que busquen mejorar su calidad de vida. Avisamos que no será una tarea con resultados inmediatos, para los que quieran inmediatez... pueden imprimir el kit y hacer uso de él!
Por ahora os dejamos una clave:

"Cuanta más prisa te dés para no tener prisa,
menos prisa tendrás."

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