martes, 23 de abril de 2013

Cómo alimentarse: La comida


Como tratábamos en el post anterior existen tres tipos de alimentos para nuestro cuerpo. El más conocido por la mayoría de las personas es el que denominamos "comida", que ingerimos por la boca, digerimos con nuestro estómago y nos sirve principalmente para nutrir nuestro cuerpo físico y proporcionarle energía vital. Por normal general, la mayoría de personas comemos por inercia, a pesar de resultarnos una actividad placentera y saber en mayor o menor medida que existen ciertas pautas para nutrir nuestro cuerpo obteniendo un mejor resultado.

Debemos empezar a comer de forma CONSCIENTE y para ello, vamos a dar una serie de pasos a seguir: Tomar conciencia de la actividad que vamos a realizar: ingerir alimentos para la nutrición y el correcto funcionamiento de nuestro cuerpo físico, el lugar en el que habitamos, casi nada!

Para realizar esta función correctamente es importante que lo hagamos en un lugar tranquilo, limpio, que estemos sentados cómodamente y no haya distracciones que hagan que la conciencia se nos escape de la actividad (televisión encendida, música, ruidos, conversación ajetreada, etc.).

Buena masticación y ensalivación de los alimentos.
Aunque muchos no lo sepan, la digestión comienza en la boca. Los dientes y muelas han de triturar muy bien lo que ingerimos (transformación mecánica) para facilitar esa labor al estómago, cuya función es la de hacer la transformación química de los alimentos mediante su mezcla con los jugos gástricos. Por esta razón se recomienda masticar cada bocado más de treinta veces, para no darle trabajo extra al estómago. Si realizáramos una masticación correcta deberíamos tragar papilla. Además es importante la correcta ensalivación de los alimentos, ya que la lengua, además de darnos la información recogida por el sentido del gusto, tiene otra función más importante, que es la de avisar a otras partes de nuestro sistema digestivo de qué tipo de nutrientes les van a llegar, para que estén preparados para su correcto aprovechamiento. Si engullimos la comida sin masticar, además de dar muchísmo trabajo a nuestro estómago, nuestro cuerpo no se verá beneficiado cuanto debería de los alimentos que ingerimos.

Buena combinación de los alimentos. No todas las clases de alimentos pueden mezclarse en la misma comida con buen resultado, debemos discriminar unos tipos en función de otros, para el correcto y óptimo aprovechamiento de todos sus nutrientes.
Vamos a distinguir entre 7 grupos básicos de alimentos:
  • 1er orden - Leguminosas (soja, lentejas, habas, alubias, guisantes...)
  • 2º orden - Cereales (avena, trigo, cebada, arroz...)
  • 3er orden - Lácteos (leche, queso, cuajada, yogur...)
  • 4º orden - Tubérculos (patata, batata, maca, chufa, remolacha, zanahoria...)
  • 5º orden - Carnes y pescados
  • Verduras y Hortalizas (acelga, espinaca, borraja, cardo, berenjena, calabacín, lechuga, escarola, endibia, etc.)
  • Frutas: dulces (plátano, higo, uva moscatel melón, sandía...), semiácidas (manzana, albaricoque, mango, melocotón, ciruela, pera...) y ácidas (fresa, limón, naranja, tomate, mandarina...).
Las leguminosas podemos combinarlas con algunos tubérculos (por ejemplo  vainas tiernas con patata) y con pescado, no así con carne. Los cereales y los lácteos permiten una buena combinación entre ellos, pero no con otras órdenes de alimentos. Las carnes no deben mezclarse con hidratos, para su buena digestión es óptimo el acompañarlas de ensaladas verdes.
Las verduras y hortalizas en general combinan con los grupos 1, 2, 4 y 5.
En cuanto a la fruta, lo mejor es comerla sola (una pieza por ejemplo entre horas de las principales comidas) y no deben mezclarse entre ellas, sólo si tienen la misma acidez.

Por último debemos mantener bien cuidado nuestro cólon, para que en él no se acumulen toxinas (causa de un gran número de enfermedades). Para facilitar las funciones de este organo en la digestión podemos beber un vaso de agua caliente (sola, sin hierbas o infusiones de otro tipo) minutos antes de cada comida. Es una buena idea realizar un ayuno a base de fruta (la misma durante todo el día: pera, piña, uvas...) de forma semanal o quincenal ya que ayuda a limpiar nuestro sistema digestivo para un mejor mantenimiento del mismo.

viernes, 12 de abril de 2013

Los Alimentos del Cuerpo Humano

Los alimentos que penetran a nuestro organismo, se dividen en tres categorías.
Al primer tipo de alimento, lo podemos denominar "comida". Incuestionablemente, para los alimentos que entran por la boca hay un medio que permite transformar esos principios vitales. Me refiero al estómago. Si no fuera por el estómago, no sería posible la transformación de la primera clase de alimentos. Sin embargo, el alimento que entra por la boca no es el más importante. Bien sabemos cómo se transforman los alimentos mediante la digestión. Los principios vitales quedan depositados en la sangre y ella los dirige a todos los órganos del cuerpo. Sin embargo, puede alguien permanecer algún tiempo sin comer. Mahatma Gandhi podía permanecer hasta cuarenta días sin comer, y aún más: llegó hasta dos y tres meses sin comer. No es pues, el alimento más importante.

La segunda clase de alimento es el Prana, el aire, que entra con el oxígeno dentro de nuestro Cuerpo Físico; es aquél que penetra por las puertas de la respiración, e incuestionablemente, existe un órgano, u órganos especiales para la transformación del alimento que entra por la nariz. Así pues el aire mediante los pulmones, se transforma -naturalmente- en oxígeno, y este oxígeno -en Prana- se deposita posteriormente en todo el torrente sanguíneo. Es más importante la respiración que el alimento que entra por la boca y va al estómago, porque podríamos durar hasta cerca de un mes sin comer, pero no podríamos durar mucho tiempo sin respirar. Normalmente se puede durar sin respirar un minuto o dos, y algunos llegan hasta tres o más. Pero más allá de este pequeño tiempo limitado, si no respiramos morimos. Es pues más importante entonces, la respiración que la comida física.

Y por último existe una tercera clase de alimento, que de hecho es aún más importante. Me refiero, en forma enfática, a las impresiones. No podemos vivir, ni un segundo, sin recibir impresiones. Nuestro organismo se nutre, muy especialmente, con las impresiones. Si el aire no hiciera impresión en nuestros pulmones y en nuestra sangre, no viviríamos; si la comida no llegara a impresionar el estómago y vías intestinales, tampoco podríamos vivir. Así que, las impresiones son fundamentales.

Desgraciadamente, a diferencia de la respiración y del primer alimento, el que entra por la boca y va al estómago, no tenemos en este caso un órgano para "digerir" las impresiones y eso es lamentable. El aire cuenta con los pulmones, la comida cuenta con el estómago, pero las impresiones, ¿con qué órgano cuentan? Pasan a la mente y eso no lo podemos negar, pero no tenemos cómo poder digerir las impresiones, no hay un órgano para la digestión y transformación de las impresiones.

Todos los acontecimientos de la vida llegan a la mente en forma de impresiones, todos los eventos llegan al cerebro en forma de impresiones. La alegría, la tristeza, la esperanza, la desesperación, los problemas, las preocupaciones, etc., llegan a la mente en forma de impresiones. Cualquier circunstancia, cualquier acontecimiento por insignificante que sea, siempre llega a la mente en forma de impresiones. Repito: desafortunadamente no contamos con un órgano capaz de digerir impresiones, motivo este más que suficiente como para que las mismas se conviertan en agregados psíquicos, esto es, en "yoes". Si no digerimos la mala impresión que recibimos por ejemplo de un insultador, entonces esa impresión se convierte, dentro de nosotros, en un "yo" de venganza. Si no digerimos la impresión que nos provoca una copa de vino, obviamente tal impresión se convierte en un "yo" de la embriaguez. Si no digerimos nosotros la impresión que nos provoca una persona del sexo opuesto, incuestionablemente tal impresión se convertiría, por lo mismo, en un "yo" de lujuria. Si no digerimos la impresión que llegue a la mente, relacionada con una fortuna, obviamente tal impresión puede convertirse en un "yo" de codicia. Así que, no digerir las impresiones equivale a crear "yoes". Las impresiones no digeridas se convierten en nuevos "yoes". Así que, no solamente tenemos los "yoes" que ya poseemos, sino lo que es peor: estamos creando todos los días nuevos "yoes"... Es indispensable dejar de crearlos. Eso es posible únicamente, digiriendo las impresiones. ¿Y cómo digerirlas? ¿De qué manera, de qué modo? ¿Cómo transformarlas en algo diferente? ¿Sería posible eso? ¡Sí es posible! ¿Cómo? Mediante la Conciencia. Si interponemos entre las impresiones y la mente eso que se llama "Conciencia", las impresiones se digieren.

W.M. Samael Aun Weor

martes, 2 de abril de 2013