Reflexionemos...

"De lo que uno piensa que es y de lo que debe llegar a ser depende el triunfo o el fracaso en la vida"

V.M. Lakhsmi

y no estamos hablando de una carrera profesional, de reconocimiento, de logros materiales como tener un coche tal o comprarse una casa en el barrio cual o tener X hijos que vayan a tal colegio y que lleguen a ser licenciados en determinada carrera, o médicos, o ingenieros, etc. Todo eso está muy bien pero equivocadamente creemos que esos "logros" son los que nos ayudan a autorrealizarnos, palabra que además nos encanta pronunciar. AUTORREALIZACIÓN, qué es la autorrealización en realidad? Si es conseguir este tipo de cosas anteriormente mencionadas una vez lo hacemos deberíamos ser felices, verdad? En cambio, por lo general, siempre da la sensación de que nos falta algo: estudiamos una carrera, nos desesperamos y pensamos que cuando consigamos X trabajo todo ese esfuerzo habrá merecido la pena. Conseguimos el puesto de trabajo soñado y en lugar de llegar la felicidad vienen asuntos desagradables como el stress. "Bueno, cuando consigamos X dinero empezaremos a amortizar todo el esfuerzo, un poco de stress es normal" - Pensamos. Llega el sueldo, tenemos dinero, podemos tener una casa, un coche, un perro, un hijo o podemos comprarlo si queremos, porque recordad: ahora tenemos dinero. Aun así, hay algo que nos falta. Vamos a por el niño, lo tenemos, compramos el perro, formamos una familia "ejemplar" y en el fondo (muchas veces también en la superficie) no llegamos a ser felices todavía, incluso ahora el hijo, el perro y la casa también "nos provocan" stress y ansiedad. ¿Será cuestión de la pareja entonces?, ¿nuestro soñado puesto de trabajo ya no nos "realiza"?, ¿hemos de tener otro hijo? NO!!! Todo eso es el exterior, las circunstancias que nos rodean no son culpables de nuestra infelicidad. La verdadera autorrealización se encuentra dentro de uno mismo, por eso, por mucho que busquemos, consigamos, logremos cosas fuera nunca llegaremos a tener paz interior, puede que estemos más contentos o incluso felices en determinadas etapas de nuestra vida pero eso no va a mantenerse estable si no trabajamos en nuestro interior. El cambio interior se refleja en el exterior, ahí está la clave de la vida. Conocer y saber pará qué estamos en este mundo y la respuesta no se encuentra fuera de uno, ni tampoco pensando y agotando nuestro cerebro con teorías y complejas psicologías.

Este blog es un espacio para todo aquel que alguna vez se ha cuestionado su felicidad (o infelicidad), su vida o simplemente si está haciendo lo correcto en este mundo porque no se siente del todo realizado. Miremos hacia dentro y seamos sinceros con nosotros mismos: ¿soy feliz?, ¿estoy en paz?. Si tu respuesta es un SI rotundo, ¡ENHORABUENA!, si no lo es tranquilo (es lo común), si te planteas un cambio ya estás avanzando hacia esa deseada paz interior. Reflexionemos...  

Despertar conciencia...

"En el umbral misterioso del Templo de Delfos existía grabada en la piedra viva una máxima griega que decía: NOSCE TE IPSUM, "Hombre, conócete a ti mismo y conocerás el Universo y a los Dioses". El estudio de sí mismo, la serena reflexión, es obvio que en última instancia concluye en la quietud y en silencio de la mente.
Cuando la mente está quieta y en silencio, no sólo en el nivel superficial, intelectual, sino en todos y cada uno de los 49 departamentos subconscientes, adviene entonces lo nuevo, se desembotella la esencia, la conciencia, y viene el despertar del alma, el éxtasis y el Shamadi.
La práctica diaria de la meditación nos transforma radicalmente.

El despertar de la conciencia sólo es posible mediante la liberación y emancipación del dualismo mental, del batallar de las antítesis, del oleaje intelectual.

Cualquier lucha subconsciente, infra-consciente o inconsciente, se convierte en una traba para la liberación de la esencia. Toda batalla antitética, por insignificante e inconsciente que sea ella, acusa, en los infiernos atómicos del hombre, puntos obscuros desconocidos.
Observar y conocer esos aspectos infrahumanos del sí mismo, resulta indispensable para lograr la absoluta quietud y silencio de la mente."

V.M. Samael Aun Weor.